Según los expertos
consultados, consumir alimentos que dejen mal olor, fumar o descuidar la
limpieza dental, pueden ser la causa de que tengas un aliento desagradable. Sin
embargo, en un diez por ciento de los casos, también podría ser consecuencia de
alguna enfermedad oculta.
¿Cómo sabemos si ese
olor es un signo de algo más que el curry de la noche anterior?
Desde la Clínica Mayo
aconsejan pedir ayuda a un amigo si se cree que se puede tener este problema
"porque es difícil evaluar cómo huele el propio aliento".
Pero si no quieres
enfrentarte a eso, puedes lamer el
interior de tu muñeca con el dorso de la lengua y esperar unos segundos hasta
que se seque la saliva. Si la muñeca desprende entonces un olor desagradable,
es probable que la respiración también lo haga.
Una enfermedad de las
encías puede ser una causa común del mal aliento. Así que el primer paso para
remediarlo sería cepillarse los dientes
y la lengua después de comer, usar hilo dental con regularidad y beber mucha
agua. Reducir la cantidad de alcohol y café
puede también ayudar a que desaparezca el problema.
Las dietas de choque
pueden causar un olor dulzón producido por sustancias químicas liberadas por la
descomposición de la grasa. Además de mal aliento, este tipo de dietas rara vez
llevan a una pérdida de peso permanente.
Por lo general estos
consejos suelen ser útiles pero si el problema persiste hay que acudir a un
dentista. Si éste sospecha que puede haber algún problema más serio, nos
derivará a un especialista para investigar sobre esta causa.
¿Cuáles pueden ser
otras causas más raras?
Boca Seca. Una
afección conocida como Xerostomía (boca seca) puede provocar mal aliento debido
a que la producción de saliva es reducida y esta ayuda a limpiar la boca. Puede
ocurrir durante el sueño por lo que también se conoce como 'aliento matinal'.
La deshidratación
puede exacerbar esto, así que hay asegúrate de mantener un alto nivel de agua
en el cuerpo. Por otro lado, problemas con las glándulas salivales, cambios
hormonales provocados durante la menopausia o reacciones a algunos medicamentos,
también pueden conducir a este síndrome.
Problemas de boca,
nariz y garganta. Los pólipos nasales o infecciones en los senos nasales
descargan en la parte posterior de la garganta gotas mucosas que crean mal olor
en la boca.
Del mismo modo, las
infecciones respiratorias superiores e inferiores o úlceras en el sistema
respiratorio pueden ser las responsables. El paladar hendido puede ser otra de
las causas, porque proporciona el entorno ideal para que las bacterias se
multipliquen. Otra posibilidad serían piedras pequeñas que se forman en las
amígdalas.
Otras alteraciones
médicas. La insuficiencia renal crónica puede conducir a un olor como de orina
o como a pescado en la respiración, mientras que la diabetes no controlada
puede también provocar un aliento con olor afrutado.
Medicación. Algunos
medicamentos que se utilizan para tratar la presión arterial alta, enfermedades
psiquiátricas o problemas urinarios, pueden provocar halitosis. Otros, se
descomponen en las sustancias químicas del cuerpo y la liberación de esta
descomposición puede llegar a la respiración. Los nitratos, utilizados para la
angina de pecho y los tranquilizantes se encuentran entre ellos. Tu médico de
cabecera puede prescribir alternativas a los mismos.
Oler los juguetes. ¡No
es broma! La halitosis en los más pequeños a menudo se presenta por juguetes
pequeños o restos de comida que se encuentran en un orificio nasal.
Síndrome del olor a
pescado. Esto se produce porque el cuerpo pierde la capacidad para descomponer
apropiadamente trimetilamina (que se encuentra en ciertos alimentos) y que se
libera en el sudor, la orina y respiración. Los análisis de orina y la sangre
puede ayudar a confirmar el diagnóstico si se sospecha.
Fuente: yahoo.com
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